jueves, 8 de mayo de 2014

EL SAXOFÓN.


El saxofón, o el saxo que vemos en la imagen es de color ocre, es decir, dorado, pero también los hay de color negro.


El cuerpo del saxofón está compuesto por un tubo cónico y delgado, comúnmente de latón, que se ensancha en su extremo para formar una campana. A lo largo del tubo existen entre 20 y 23 agujeros de tono de tamaño variable, incluyendo dos agujeros muy pequeños de octava para ayudar a la interpretación del registro superior, aunque estos no sean esencialmente necesarios para interpretar dicho registro. Estos agujeros son cubiertos por almohadillas, que presionan los agujeros para producir un sello hermético. En reposo, algunos agujeros están abiertos y otros están cerrados por las almohadillas. Las almohadillas pueden ser controladas por varias llaves en los dedos de ambas manos, mientras que el pulgar izquierdo se sitúa debajo de un soporte que ayuda a mantener el saxofón equilibrado.


A continuación, os dejamos un vídeo en el que aparece una niña tocando el saxofón.


Esperamos que os haya gustado esta descripción sobre este precioso instrumento, y que hayáis aprendido un poco más.